Dipping Light

de Jordi Canudas , 2018

Más allá de su función como lámpara, Dipping Light busca emocionar. Encendida resulta fascinante: sus distintas tonalidades de pintura tamizan la luz creando un efecto mágico en el ambiente. Apagada se transforma en una esfera de cristal de colores, un objeto con una gran carga estética.

Dipping Light nace como un experimento -sumergir una bombilla encendida en pintura varias veces- pero se convierte en una lámpara. Así las varias capas de pintura dibujan círculos concéntricos y atrapan la luz, atenuando su intensidad. La pintura se convierte en pantalla, coloreando la luz y confiriéndole textura. Como soporte se añade una base de latón o grafito. Este proceso artesanal hace que cada lámpara sea única y exclusiva.

La versión de sobremesa no se conforma con solo dos medidas: la lámpara más poética amplía sus usos y se ofrece como portátil autónoma y con otro tamaño – ø20 cm– a caballo entre la pequeña y la grande. También se puede escoger el acabado de la base entre latón cepillado y grafito, mientras los colores se mantienen.