Dipping Light

de Jordi Canudas , 2019

Más allá de su función como lámpara, Dipping Light busca emocionar. Encendida resulta fascinante: sus distintas tonalidades de pintura tamizan la luz creando un efecto mágico en el ambiente. Apagada se transforma en una esfera de cristal de colores, un objeto con una gran carga estética.

La Dipping Light nace como un experimento -sumergir una bombilla encendida en pintura varias veces- pero se convierte en una lámpara. Así las varias capas de pintura dibujan círculos concéntricos y atrapan la luz, atenuando su intensidad. La pintura se convierte en pantalla, coloreando la luz y confiriéndole textura. Este proceso artesanal hace que cada lámpara sea única y exclusiva.

En la versión de suspensión, la Dipping Light se despoja de todo y se queda con lo esencial, el color se convierte en protagonista absoluto. Por eso al crear una composición con varias, el efecto visual es fascinante. Está disponible en cuatro tamaños distintos: 12, 20, 30 y un nuevo diámetro de 40 cms. Esta nueva medida más grande, al encenderse proclama su presencia: el color es el mensaje. Su volumen tiene tanta solidez y apariencia que llena el espacio y baña de color la estancia.

La Dipping Light de suspensión también cuenta con el accesorio cluster para las medidas de 12,20 y 30 cms de diámetro y ofrece la posibilidad de poder conectar varias lámparas de suspensión a la vez en un solo punto de luz. Con él se consigue libertad absoluta para construir con luz, para iluminar espacios grandes y poder crear composiciones.