Tiberi Club

A Marset Takeover with

Tiberi Club

Fragile

Tiberi es algo parecido a un bar. O a una agencia. O un estudio gastronómico creativo.

Su trabajo trata de reinventar el acto de comer y todo el ideario que lo rodea, despertando nuevas sensaciones en una actividad tan fundamental como reveladora.

Deleitando con lo visual para hacer jugar al comensal, crean sensaciones a través de la presentación, las texturas y la luz y escogen la lámpara de mesa Fragile para acompañar sus creaciones. Y es que Tiberi encarna la esencia de esta lámpara: el contraste, una fusión de lo tradicional y el diseño.

Antes de empezar, iluminadnos un poco. ¿Qué es exactamente Tiberi? ¿Una agencia, un bar? ¿Cuál es la idea sobre la que se basa el proyecto?
TCTiberi Club ha ido evolucionando desde su creación y aún nos cuesta definirnos. Empezamos haciendo cenas temáticas para nuestros amigos y el proyecto fue creciendo de tal forma que nos hemos acabado convirtiendo en un estudio creativo (Tiberi Club) donde desarrollamos proyectos relacionados con la gastronomía, desde eventos hasta dirección de arte, pasando por asesorías o creación de contenido. Nuestra pasión por la restauración nos ha llevado a abrir, recientemente, nuestro propio espacio (Tiberi Bar).
¿Quiénes formáis el equipo? ¿Qué tipo de perfiles tenéis?
TCTiberi somos Helena Fradera, Roger Vila, Rocío Iglesias y Miquel Ruiz. Tenemos formaciones que van de la arquitectura al periodismo, pasando por el diseño o el teatro. Pero ante todo, somos cuatro amigos a quienes les gusta mucho comer.
Para la gente que no conoce vuestro trabajo, ¿podéis contar algún proyecto que ilustre bien vuestra visión?
TCSiempre nos gusta hablar del “Mantelbabero” como uno de los proyectos más genuinos y que definen mejor nuestra esencia. El año 2020 nos reunimos con un grupo de amigos para celebrar una calçotada en el Delta de l’Ebre. Con unas sábanas y de manera muy DIY hicimos una serie de agujeros en el mantel para utilizarlas como babero colectivo. Tradición, juego y diseño son algunos de los conceptos que vertebran nuestra práctica.
¿Tenéis referentes artísticos o de diseño en los que os inspiréis a la hora de trabajar?
TCAntoni Miralda es un gran referente para nosotros. Nos inspira su mirada crítica a través de la gastronomía y el arte, siempre con un gran sentido del humor. Admiramos el trabajo que hace junto a su equipo de FoodCultura, creemos que es una iniciativa muy importante y a reivindicar en la ciudad de Barcelona.
¿Qué conceptos o valores comparte la iluminación con la gastronomía?
TCLa luz es sinónimo de comunidad. Los seres humanos nos hemos reunido desde tiempos inmemoriales alrededor de fuentes de luz como el fuego. También la electricidad y la bombilla revolucionaron la forma de socializar. Es en este sentido que sentimos que la iluminación y la gastronomía comparten un espíritu colectivo y de reunión que nos interesa especialmente.
 ¿Cómo puede afectar una lámpara a una experiencia gastronómica?
TCLa iluminación es clave en el momento de comer. Un buen diseño de iluminación puede resaltar la comida respecto al entorno donde esta se encuentra y transformar el espacio por completo. En restauración también es un elemento clave para la experiencia del comensal. En Tiberi Bar desarrollamos el proyecto arquitectónico nosotros mismos y fue uno de los aspectos más importantes. Teníamos claro que queríamos crear diferentes ambientes y la luz nos ayudaba a ello. Nos interesaba crear un ambiente íntimo, sexy, donde se pudiera ligar, con luz muy concentrada y muchos espejos para cruzar miradas, y creemos que lo conseguimos.
La luz, ¿se come o se bebe? ¿A qué sabe?
TCSi nos ponemos poéticos, para nosotros la luz se puede beber más que comer. Pasando a través de copas y vasos de cristal translúcidos, la luz da vida al vino, los cócteles o el agua que estos contienen. Ya sea un buen vino natural o un mezcal paloma, como en Tiberi Bar. Cada sorbo se convierte en un trago de luz y color que te llena de energía.
¿Qué representa Marset para vosotros? ¿Qué os interesa de esta colaboración?
TCMarset es diseño y sofisticación. En esta ocasión ha significado para nosotros la posibilidad de experimentar entre un objeto como la lámpara Fragile y texturas y materiales de alimentos y objetos de nuestra cotidianidad tan presentes en nuestras cocinas como un porrón, unas patatas o una coliflor. Pensamos que es en este contraste, entre el diseño y lo tradicional, donde aparece nuestra identidad como Tiberi.
¿Con qué tipo de comida marida bien la lámpara Fragile? ¿Qué es lo que os gusta de ella?
Por sus juegos de transparencias sería perfecta para una cena romántica y nada mejor para eso que unos buenos quesos y una botella de vino tinto.
Aparte del Tiberi Bar, ¿alguna recomendación para cenar en Barcelona?
035 El Xampanyet Monocrom L’Artesana de Poblenou
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