La sede de Marset se traslada a Terrasa

La sede de Marset se traslada a 20 Km de Barcelona, en la localidad de Terrasa. El espacio que desde 1979 se había ocupado en Badalona se quedaba pequeño y era necesario un cambio en todos los sentidos: logístico, de producción y también de oficinas.  Las instalaciones -que anteriormente habían sido una fábrica de  máquinas para la producción de chocolate- cuentan con 11.000 metros cuadrados y se presentan como un proyecto de crecimiento. Este lugar de trabajo convive con el showroom de Barcelona, el de Nueva York, el de Milán y el espacio de Design Post en Colonia.

Stefano Colli es el artífice de este proyecto de arquitectura e interiorismo que está a medio camino entre workplace y showroom.  Un espacio en el que se reconoce que lo más importante ha sido crear una atmósfera confortable con carácter e identidad propia y que aúna funcionalidad y estética.

La reforma y adecuación de los espacios se ha planteado en tres fases: las naves para el almacenamiento y la producción dotadas con las últimas tecnologías, las oficinas, y los espacios comunes que incluyen también un nuevo showroom. En todo este recorrido no hay un estilo que predomine sino que la suma de ellos convive en armonía. Las lámparas de la marca son el hilo conductor, demostrando así que son productos muy versátiles, capaces de resolver cualquier necesidad lumínica en distintos espacios de trabajo, sin necesidad de recurrir a la iluminación técnica.

1.-Fábrica y almacén

En la planta baja se encuentran las naves de almacenamiento y producción donde destacan las lámparas Soho de Joan Gaspar, de grandes dimensiones y que estilísticamente evoca entornos de carácter industrial. Tanto los pavimentos como las paredes se han pintado de un gris cálido que convierte este ámbito de operaciones en acogedor.

2.-Cantina y jardín

Siguiendo en la misma planta se ubica la Cantina, un lugar amplio concebido no solo para las comidas de los colaboradores sino también para celebrar reuniones y visitas con clientes. Y es aquí donde el equipo de Stefano Colli mezcla lenguajes diversos: hace un guiño cómplice al uso de la cerámica tradicional catalana y por otra parte se atreve a utilizar paneles de madera de encofrar que cubren el hormigón. La Cantina conecta con el jardín, proyecto de Josep Farriol, un jardín mediterráneo que ha sido pensado para optimizar esta nueva localización y ofrecer el lugar para el ocio, la conversación  y el descanso.

3.-Espacio de bienvenida y oficinas

Para acceder a las oficinas que se hallan en la primera planta se ha proyectado un jardín interior de inspiración tropical que da  paso a una escalera, alrededor de la cual se articulará toda la organización de la empresa: dirección, compras, departamento técnico, salas de reuniones, departamentos comerciales y administración. Aquí el protagonista es la madera de roble presente en las paredes y en el pavimento. Un material noble y cálido que unifica esta zona laboral y le da un aspecto casi doméstico.

Las oficinas se han diseñado como zonas de trabajo flexibles, pensadas para la interrelación, la reflexión, la creatividad y el trabajo de calidad. Marset se ha rodeado de distintas marcas afines a estos valores, contando con el asesoramiento proyectual de la empresa suiza Vitra,  incluyendo mobiliario y complementos de Artek, así como piezas  clásicas de USM, Zanotta, Mobles 114 y alfombras de Nani Marquina.

A través de todos estos elementos y de su lenguaje arquitectónico, la nueva fábrica transmite los valores de la marca -diseño, calidad, rigor tecnológico, innovación, sostenibilidad, perdurabilidad y autenticidad- convirtiéndola en un lugar muy humano.

Un nuevo espacio funcional y bello en el que se cuida la luz para mejorar el entorno laboral, y en definitiva, la vida de las personas que lo habitan.